Angel Placeres Sensuales del Masaje Oriental Terapeutico - Sensual Un placer para tus sentidos Ángel - 658.74.62.70 Antes de que la medicina china se introdujera en Japón, los textos antiguos dicen que existían prácticas terapéuticas manuales propias del pueblo japonés. La medicina china llegó a Japón hace más de mil años, aproximadamente en el siglo VI y a partir de ese momento ocupó un lugar esencial en dicha cultura. Existen varios textos chinos antiguos, entre ellos el I-Ching o “Libro de las Mutaciones” donde están reflejadas la teoría del Yin-Yang y de los Cinco Elementos, y el Nei-King, que se divide en dos partes: el Su-Wen, que trata sobre fisiología, patología etiología, higiene, etc., y el Ling-Chou, que estudia el principio de los meridianos y de las fisioterapias. Estos textos fueron los cimientos de la práctica terapéutica oriental que se centraron en cuatro campos: la acupuntura, la moxabustión, la fitoterapia y la masoterapia. Hacia el siglo XIX, el campo de la masoterapia estaba representado en Japón por el Anma y el Anpuku, considerados los precursores del Shiatsu. El Anma proviene del masaje chino Do in que se basa en los principios de las polaridades Yin-Yang, la teoría de los Cinco Elementos, y los canales energéticos. El Anpuku es una técnica del Anma que utiliza, aparte de la diagnosis tradicional, la diagnosis del abdomen y era practicado por personas cualificadas que tenían la capacidad para curar enfermedades. Este se basaba en la filosofía de que en el universo existe una energía sutil, llamada ki, que está en todas partes: minerales, vegetales, animales y por supuesto, en el ser humano.
Se consideraba que cuando esta energía se estancaba en el ser humano, se abría el camino la enfermedad y la tarea del profesional del Anpuku era restablecer la circulación del ki para así crear las condiciones para poder recuperar la salud.
Tratamiento de Anpuku (1827) Cuando la medicina occidental entró en Japón, aproximadamente en el siglo XIX, la medicina japonesa dejó de ocupar el primer plano debido a que la legislación reconocía la nueva formación académica de las universidades, obligando a estudiar la carrera médica occidental para poder ejercer la medicina. A pesar de ello, el Anma fue reconocido y se crearon escuelas, sobre todo para invidentes, pues se reconocía que su técnica no era peligrosa y se le daba el trato de masaje relajante. Por el contrario, el Anpuku continuó su camino de forma clandestina acompañado de una gran cantidad de terapias orientales que mantenían sus principios filosóficos. Así, en el Japón de principios del siglo XX coexistían las dos corrientes médicas: la occidental de forma oficial y la oriental de forma clandestina. Después de la segunda guerra mundial, el general Douglas McArthur quedó como encargado del ministerio de salud japonés. En esa época se llegaron a contabilizar cientos de terapias alternativas que no estaban reguladas, entre ellas el Shiatsu. McArthur ordenó una investigación de dichas terapias encargando a científicos de las distintas universidades que estudiaran y determinaran qué terapias estaban basadas en principios que tuvieran un soporte científico. Después de ocho años de estudio y revisiones, las universidades llegaron a la conclusión que la terapia shiatsu era la única que cumplía los requisitos para obtener el reconocimiento científico. La única terapia admitida fue el Shiatsu del maestro Tokujiro Namikoshi, fundador de la Escuela Japonesa de Shiatsu en Tokio. Actualmente, junto con la Acupuntura y el Anma son las únicas enseñanzas orientales reconocidas oficialmente por el Ministerio de Sanidad y Bienestar de Japón. “El corazón del Shiatsu es como el amor de madre, la presión sobre el cuerpo estimula la fuente de vida” Tokujiro Namikoshi Tokujiro Namikoshi abrió en 1925, en Hokkaido, el Instituto de Shiatsu. Posteriormente, en 1940 se trasladó a Tokio donde fundó el Instituto Japonés de Shiatsu, donde esta técnica obtuvo un primer reconocimiento oficial ligándolo al masaje Anma.
En 1957, Tokujiro Namikoshi cambió de nombre a su anterior instituto bautizando la nueva Escuela Japonesa de Shiatsu a la vez que recibía la aprobación por parte del Ministerio de Sanidad y Bienestar. Finalmente en 1964, el Shiatsu fue reconocido como una técnica específica e independiente del Anma, recibiendo el reconocimiento como única escuela oficial de Shiatsu en Japón.
El Shiatsu es un tratamiento integral y holístico. Cada vez que se realiza un tratamiento se trabaja todo el cuerpo debido a que el tratamiento local, generalmente, tiene efectos temporales sobre los síntomas y no llega a curar la causa. Por ejemplo, cuando se padece dolor de estómago, no se trata sólo la zona afectada, sino que además de dicha zona se trata todo el cuerpo y determinadas zonas reflejas. Al ser el cuerpo una unidad, muchos síntomas tienen sus causas en zonas diferentes del cuerpo. El Shiatsu trata las partes del cuerpo en función del conjunto. El mejor método para llegar a la causa, es tratar primero todo el cuerpo y luego las zonas afectadas que presentan síntomas patológicos. El Shiatsu no tiene efectos secundarios, debido a que la presión de los dedos se modulan produciendo sensaciones agradables en el cuerpo. En determinados tratamientos se produce una reacción de desintoxicación del organismo que una vez superada permite al organismo recuperar la salud. El Shiatsu puede aplicarse a hombres, mujeres embarazadas y niños de todas las edades y en cada caso se determinan los objetivos a conseguir. En el niño, se busca mejorar su constitución y fortalecimiento del cuerpo. En los adultos, se intenta mantener y mejorar el estado general. En la mujer embarazada se fortalece el organismo y ayuda a soportar todos los cambios físicos que se producen durante la gestación. En los ancianos ayuda a mantener el cuerpo flexible para prevenirlo de las enfermedades. Recibir Shiatsu con regularidad ayuda a descubrir los posibles cambios que se manifiestan en el cuerpo: contracturas musculares, flaccidez de los músculos, rigidez de las articulaciones, funcionamiento de los órganos, etc. Así, se impide la acumulación de estrés y de toxinas que pueden provocar la aparición de alguna patología. El Shiatsu se recibe sobre una camilla o en el suelo (tatami) al estilo japonés, en un ambiente tranquilo y acogedor para que el cliente pueda recuperar también la calma interior. La música adecuada, el aroma del incienso y la luz tenue colaboran en el bienestar del cliente. Además la terapia se recibe con una ropa fina lo que da una sensación relajación y comodidad. La relación entre terapeuta y cliente está basada en una ética profesional que respeta y protege toda la comunicación establecida durante la sesión.
Fundamento occidental del Shiatsu
Cuida la columna vertebral: Para el profesional de shiatsu, la desalineación de la columna vertebral puede producir interferencias con el buen funcionamiento del organismo.
Determinadas subluxaciones que se dan entre dos vértebras pueden irritar el nervio correspondiente produciendo dolor y disfunciones del aparato locomotor u orgánico.
Así, a través de las diferentes técnicas de presión, se intenta restablecer la alineación de la columna para devolver el equilibrio a la misma .
Equilibra el sistema nervioso: A través de la modulación de las presiones, establece una comunicación con el Sistema Nervioso Autónomo ayudando a equilibrar posibles descompensaciones como la tensión arterial, digestión, temperatura corporal, función de los órganos y glándulas, etc.
Vitaliza la piel: El shiatsu estimula la circulación de los capilares en los tejidos cutáneos, activa las células dérmicas y vigoriza la secreción de las glándulas sebáceas.
Mejora el sistema circulatorio: Las presiones sobre los músculos ayudan a mantener flexibles los vasos sanguíneos previniendo, de esta manera, el envejecimiento de las arterias. Mejora la circulación de retorno y regula la tensión arterial.
Flexibiliza el sistema músculo esquelético: La terapia shiatsu es un importante medio terapéutico modulador del tono muscular así como del buen funcionamiento de las articulaciones.
Facilita las funciones del sistema digestivo: La aplicación del shiatsu en la zona abdominal ayuda a mantener los órganos y vísceras flexibles, lo que les permite un mejor funcionamiento.
Mejora el control del sistema endocrino: El shiatsu aplicado a las glándulas, incluso de forma distal, ayuda a intensificar su funcionamiento modulando la secreción de diferentes hormonas y a mejorar el equilibrio entere los componentes de la sangre.
Equilibra el estado psicoanímico: El shiatsu aplicado en todo el cuerpo, además de proporcionar bienestar físico, ayuda a equilibrar el estado psicoanímico, lo que proporciona un bienestar general.
Fundamento oriental Desde el punto de vista de la medicina oriental, el shiatsu trabaja sobre la anatomía sutil del cuerpo estudiada y explorada por oriente durante milenios. La energía vital, llamada ki en Japón y Qi en China fluye a través de unos canales o meridianos. Éstos, transportan la energía vital a los órganos y tienen puntos específicos, tsubos, donde se concentra un alto nivel de carga. La mala circulación energética en estos meridianos puede producir bloqueos corporales o desordenes funcionales en determinados órganos. Al aplicar presiones moduladas sobre el cuerpo y estimular estos puntos se moviliza la energía que revitaliza las zonas afectadas y devuelve el equilibrio general si es que se ha perdido. Conceptos de Yin Yang y los Cinco Elementos en el diagnóstico
La teoría del Yin Yang sostiene que todo fenómeno que se manifiesta en la naturaleza posee dos aspectos: Yin y Yang que se oponen y se complementan a la vez. Existe el día y la noche, el frío y el calor, lo alto y lo bajo, lo denso y lo sutil. Estas relaciones se manifiestan tanto en los ciclos cósmicos como en la naturaleza y se pueden utilizar para explicar la fisiología y patología del cuerpo humano sirviendo de guía para el diagnóstico y posterior tratamiento. El estudio de la influencia de los ciclos de la naturaleza en el ser humano permitió a los antiguos sabios y médicos chinos estructurar un método de diagnóstico y tratamiento basado en las polaridades. Después de la actividad es necesario el descanso, después del frío invierno llega el calor, después de hablar se hace necesario el silencio y se veía que si no se respetaban estas funciones se rompía el equilibrio y se podían producir patologías. Un músculo contraído, un calambre muscular, un espasmo, una piel seca, un cuerpo excesivamente caliente se considera Yang. Un músculo fláccido, la debilidad, una piel húmeda, un cuerpo frío se considera Yin. De esta manera se creó un sistema de tratamiento concreto dependiendo de si el estado tiene una mayor tendencia Yin o Yang: Teoría de los cinco elementos La teoría de los cinco elementos o cinco movimientos, sostiene que la madera, el fuego, la tierra, el metal y el agua son los elementos básicos que constituyen el mundo material. Estos elementos se corresponden cada uno a un periodo estacional, a determinados órganos, emociones, tejidos, sentidos, gustos, colores, etc. Por ejemplo, el elemento madera corresponde a la primavera, al hígado, la vesícula biliar, a los tendones, la emoción es la ira, el gusto es amargo y el color es azul verde. El terapeuta a través de la observación, palpación y la escucha puede determinar el tratamiento que ayudará a equilibrar el elemento afectado. Por ejemplo, si observamos una tendencia al color verde en la cara acompañado por una preferencia por los alimentos agrios, podríamos inferir que se trata de desórdenes en el hígado. Si vemos a un paciente con un color rojizo de la cara y nos refiere que tiene la boca amarga podríamos pensar que existen desórdenes en el corazón. Cuadro de los cinco elementos
Madera Fuego Tierra Metal Agua
Estaciones Primavera Verano Centro Otoño Invierno
Clima Viento Calor Humedad Sequedad Frío
Colores Verde Rojo Amarillo Blanco Negro
Órganos Hígado Corazón Bazo Pulmón Riñón Vísceras Vesícula Bil. Int. Delgado Estómago Int. Grueso Vejiga
Sentidos Ojos Lengua Boca Nariz Oídos
Tejidos Tendones Vasos Músculos Piel Huesos
Emociones Cólera – Ira Alegría Preocupación Tristeza Miedo
Sonidos Grito Risa Canto Llanto Quejido
Madera: Asociado al yang creciente se relaciona con el inicio de la acción. Se caracteriza por el movimiento gradual y hacia arriba como una planta que crece. Cuando predomina se es firme y organizado, pero si se expande de forma desmedida puede ser propenso a la ira y a la falta de claridad.
Fuego: Representa el máximo de energía yang. El fuego arde a través de la madera. Incluye calor emocional y alegría en el equilibrio. Pero si se desborda llega a la sobre excitabilidad y la agitación alterando al corazón emocional y físico.
Tierra: Definida por el yin creciente y asociada con la madurez y la nutrición. Del fuego salen las cenizas que pertenecen a la tierra. Cuando este elemento se manifiesta en equilibrio se tiene buena capacidad de concentración y atención. Por el contrario cuando se desequilibra puede conducir a la ansiedad, la angustia y las excesivas preocupaciones.
Metal: Predominantemente yin, representa un límite o punto de cambio. La tierra contiene metales. En la personas es caracterizado positivamente por la buena comunicación y una individualidad fuerte. Pero si se desequilibra puede expresar excesiva nostalgia, tristeza, una actitud reservada, de retirada o de defensa.
Agua: Representa el máximo de energía yin. El metal al fundirse se hace líquido. Corre siempre hacia lo más profundo, y tiene el poder del crecimiento porque alimenta las raíces de elemento madera cerrando y abriendo de nuevo el ciclo. Puede fluir con gran fuerza de voluntad y autosuficiencia. El desequilibrio se expresa por los miedos excesivos.
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